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Infraestructura ciberseguridad seguridad IT

Cómo identificar y remediar vulnerabilidades IT en tu PyME

Pablo Perconti
Pablo Perconti |
Cómo identificar y remediar vulnerabilidades IT en tu PyME
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Diagnóstico inicial: activos críticos y tipos comunes de vulnerabilidades

Las vulnerabilidades de seguridad informática son puntos débiles que pueden ser aprovechados por ciberatacantes, y las PyMEs son especialmente vulnerables por el uso de software obsoleto, escasa actualización de sistemas y falta de controles formales.

Un análisis de vulnerabilidades consiste en identificar, clasificar y evaluar posibles fallas en servidores, computadoras, redes y aplicaciones. Estos procedimientos deben realizarse de manera periódica, y ante cada cambio importante en la infraestructura.

Comenzar por lo básico es clave: realizar inventario de activos tecnológicos, revisar técnicas comunes de ataque en pymes, evaluar la seguridad de conexiones Wi-Fi, controles de acceso físico y lógicos y la política de backups. Revisar estos recursos permite a cualquier pyme avanzar en un enfoque gradual, práctico y local.

Estrategias simples de evaluación de riesgos y controles para PyMEs

Las PyMEs generalmente no tienen grandes equipos de IT ni recursos infinitos, pero sí enfrentan cada vez más amenazas informáticas. Para comenzar a gestionar vulnerabilidades, el primer paso es identificar los activos críticos: Servidores, equipamiento de networking, computadoras con acceso a información sensible, dispositivos móviles y hasta servicios Cloud utilizados por el personal.

A partir de este diagnóstico, debe analizarse qué riesgos enfrenta cada activo y qué tan expuesto está ante ataques externos y errores internos. Herramientas gratuitas como las listas de comprobación (checklists) y los escaneos básicos en busca de software desactualizado permiten detectar muchos problemas. Adoptar el método de “mínimos privilegios”, donde cada usuario solo puede acceder a lo indispensable, o bien conceptos como Zero Trust, limita el impacto ante una falla humana o ataque. Mantener actualizado el inventario de hardware y software ayuda a saber qué sistemas deben recibir parches y cuáles pueden ser potencial puerta de entrada a malware.

También es clave la capacitación en hábitos seguros para el personal y el uso de contraseñas robustas, así como la autenticación en dos pasos para cuentas críticas. Con solo implementar políticas simples, una pequeña empresa puede bloquear más del 80% de los intentos de intrusión típicos en el segmento pyme.

Plan de acción: aplicación, seguimiento y mejora continua

Aplicar mejoras en ciberseguridad es un proceso continuo, no un evento puntual. Una vez identificadas las vulnerabilidades y priorizadas según criticidad, es necesario implementar un plan de acción con responsables y plazos claros.

Por ejemplo: si hay software sin parches, programar la actualización semanal automática; si existen contraseñas débiles, definir políticas de complejidad obligatoria y renovar claves cada tres meses.

Para monitorear avances y prevenir recaídas, es útil documentar incidentes y responder rápidamente frente a nuevas amenazas. Los resultados deben revisarse en reuniones periódicas, donde además se comparten errores y aprendizajes. Si bien el ecosistema pyme exige soluciones pragmáticas, existen aliados confiables para apoyo externo o auditorías ocasionales. 

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