La inversión en infraestructura y tecnología es fundamental para el desarrollo de cualquier negocio. A la hora de emprender un proyecto de inversión en IT existen dos grandes modelos a seguir: CAPEX y OPEX.
Para llevaradelante su operativa diaria, todas las compañías necesitan de una oficina, personal, mobiliario, equipos informáticos y licencias de software.
Tradicionalmente, las inversiones en IT eran consideradas gastos de capital (CAPEX). Sin embargo, con la transformación digital y la transición a plataformas en la nube, las empresas comenzaron a trasladar sus gastos de IT a gastos operativos (OPEX).
Si bien los conceptos de CAPEX y OPEX no son nuevos, la flexibilidad, accesibilidad y variedad que ofrecen los productos y servicios en la Nube, hacen que implementar las inversiones de IT como gastos operativos sea más fácil que nunca.
En este artículo te explicamos en qué consiste cada tipo de inversión y qué opción es la más conveniente para tu compañía.
CAPEX es un acrónimo de la palabra “Capital Expenditures” que significa gastos de capital. Esta categoría engloba todas aquellas compras e inversiones en activos físicos que aumentan la capacidad productiva de una empresa y que pasan a formar parte de su propiedad.
Al mismo tiempo, CAPEX también incluye los gastos de mantenimiento destinados a expandir la vida útil de determinados bienes durables como centros de datos, servidores y equipos informáticos.
Desde un punto de vista fiscal, los gastos CAPEX no se contabilizan de inmediato como costos, sino que se amortizan a lo largo de varios años en función de su depreciación.
No obstante, es importante tener en cuenta que cuanto más dinero invierta una PyME en gastos de capital, menos flujo de efectivo tendrá para el resto de los gastos del negocio, lo que puede obstaculizar las operaciones a corto plazo.
Por su parte, OPEX hace referencia a Operational Expenditures, es decir, todos los gastos operativos de una compañía. En esta categoría se ubican los movimientos de efectivo sobre gastos recurrentes de productos y servicios, salarios de empleados, licencias de software y alquileres de instalaciones.
Cuando hablamos de OPEX, no hablamos de inversiones en bienes de capital, sino de gastos fijos de alquileres o suministros de consumo.
En términos generales, los gastos operativos son aquellos fondos que una empresa emplea para realizar sus actividades comerciales diarias. Los artículos más comunes en esta categoría son: productos de oficina, licencias de software, garantías y acuerdos anuales de servicio o mantenimiento.
El principal beneficio de los OPEX es que requieren grandes cantidades de dinero, lo que permite a las empresas ser más flexibles y ágiles a la hora de llevar adelante las transformaciones del negocio. Sin embargo, todo el dinero destinado a OPEX debe ser reportado en la columna del haber en el libro diario.
Las inversiones de IT no pueden ser ajenas a los rápidos cambios que se producen en las tecnologías de comunicación y los servicios de colaboración, almacenamiento y seguridad.
Hoy en día, las herramientas de software y las infraestructuras de hardware acaban por quedar obsoletas en muy poco tiempo, dado que son reemplazadas por alternativas mejores, más baratas o más eficientes.
En este contexto, muchas pequeñas y medianas empresas
optan por un modelo de inversión OPEX en lugar de CAPEX, dado que les permite incorporar tecnologías de última generación bajo demanda, en lugar de realizar grandes inversiones a largo plazo.
Las inversiones en infraestructura por parte de pequeñas y medianas empresas tienden hoy a realizarse mediante el modelo OPEX debido a que:
La rapidez de cambio del mundo tecnológico hace que el modelo CAPEX sea menos atractivo para las empresas que buscan realizar inversiones IT rápidas. Mientras que el OPEX se convierte en una opción que se adapta mucho mejor a este tipo de compañías.
Por otra parte, cuando las empresas llevan su infraestructura a la nube, se reducen los gastos tiempo y espacio para adoptar el hardware y software necesario.
Existen ventajas y desventajas en la adopción de infraestructura tecnológica como inversión de CAPEX y OPEX. Estos son principales elementos que deberías considerar:
La buena noticia de la inversión en IT es que no es necesario elegir entre un modelo u otro de forma definitiva y unilateral.
A la hora de repensar la infraestructura tecnológica de la compañía, es posible asignar presupuestos para CAPEX y OPEX de forma independiente, teniendo en cuenta las necesidades del negocio y las proyecciones de crecimiento a futuro.
Decidirse por inversiones de CAPEX y OPEX depende de una amplia gama de variables, tales como:
En este punto es muy importante hacer un análisis exhaustivo de los números y proyecciones para definir qué modelo de inversión se adapta mejor a la realidad de tu compañía.
En la actualidad, una enorme cantidad de empresas optan por un modelo híbrido de IT en el que se compran bienes de capital que se complementan con productos y servicios en la Nube.
A través de nuestro servicio de Diagnóstico IT para PYMES, en CUBE analizamos el estado actual de tus instalaciones tecnológicas para identificar necesidades, limitaciones y oportunidades de mejora. Además, te ayudamos a descubrir qué soluciones informáticas se adaptan mejor a las capacidades físicas, humanas y económicas de tu organización.
Finalmente, diseñamos un plan de inversión contemplando el valor de tu infraestructura de IT actual, alternativas tecnológicas, el ROI de una actualización de hardware y software, y el ciclo de recambio tecnológico más adecuado para las necesidades de tu empresa.
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