La nube es uno de los principales recursos para alojar datos y aplicaciones, almacenar información, gestionar las relaciones con clientes y organizar el trabajo en equipo. Pero si bien la gran mayoría de las organizaciones públicas y privadas tienen datos en la nube, aún permanecen en el imaginario empresarial una serie de mitos sobre cloud.
Vamos a derribar esos 5 mitos para poder generar mejores prácticas alrededor de esta gran herramienta.
Antes de ir a los mitos, veamos qué dice Google Cloud: “La seguridad de los datos en la nube protege los datos que se almacenan (en reposo) o que se mueven dentro y fuera de la nube (en movimiento) contra amenazas de seguridad, acceso no autorizado, robo y corrupción. Se basa en la seguridad física, las herramientas de tecnología, los controles y la administración de acceso, y las políticas de la organización.”
Ahora sí, veamos entonces los 5 mitos de la tecnología cloud más repetidos en los últimos tiempos:
Históricamente muchos ejecutivos destacaron la seguridad de la nube pública como una de las principales razones para su reticencia a la adopción de la tecnología cloud. Sin embargo, ya sabemos que los modelos de servicios en la nube siguen estándares de seguridad tan o más altos que la seguridad IT tradicional on-premise.
En los últimos años, incluso, los principales proveedores de servicios cloud realizaron importantes inversiones en infraestructura y desarrollaron nuevas herramientas y métodos para hacer que la Nube sea mucho más segura que nunca. Todos los datos que se transfieren están completamente cifrados y se aplican actualizaciones de seguridad de forma regular, algo que si intentamos hacer en "casa por casa" implica recursos humanos, servidores, mantenimiento preventivo y cientos de acciones que dependen de una gestión e inversión infinita. La nube es, sobre todo, aprovechar la economía en escala que los grandes proveedores pueden brindar servicios a miles de empresas.
Los expertos indican que la gran mayoría de las brechas de datos son impulsadas por configuraciones inseguras de las propias empresas y no por limitaciones de la tecnología en sí. En un entorno local los parches de seguridad deben realizarse manualmente y, muchas veces, los ataques de ransomware y malware se propagan cuando los dispositivos locales no se han parcheado correctamente y a tiempo.
La migración a la nube sigue generando dudas en algunas industrias y organizaciones y una de las razones es que consideran que la transición puede ser demasiado compleja y costosa. Lo cierto es que dependiendo del tipo de infraestructura IT que su empresa posea, una migración a la nube puede ser más fácil y ágil de lo que se cree. Incluso, hoy las empresas trasladan su infraestructura local manteniendo su integridad sin atravesar procesos largos y engorrosos. Los especialistas en nube hoy están en condiciones de realizar una migración completa en cuestión de semanas, manteniendo flujos de trabajo eficientes, sin interrupción y ahorrando tiempo y dinero. Una de las claves en este punto es poder elegir un proveedor de servicios en la Nube que ofrezca monitoreo de la nube constante y asesoramiento personalizado.
El 88% de las pérdidas de datos en entornos empresariales son causados por errores humanos.
Fuente: Tessian
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Migrar a un servicio cloud permite a ahorrar dinero a largo plazo. La reducción en los gastos no se percibe de inmediato. En términos generales, el ahorro de gastos de IT se empieza a percibir a partir de los primeros años, luego de que su empresa ya no debe incurrir en gastos de hardware local, actualizaciones, personal dedicado exclusivamente al mantenimiento de servidores, etc. y el costo total de propiedad se reduce.
La mayoría de los proveedores de la nube usan un modelo de suscripción, así que sólo se paga por lo que se usa. Asimismo, la nube también es escalable, por lo que a medida que disminuye su uso, también lo hace su costo. Por otra parte, la nube permite eliminar vulnerabilidades de seguridad, aumentar y reducir la capacidad de acuerdo a los picos de carga de trabajo y lograr una mayor flexibilidad, colaboración e innovación. Todos estos son factores que permiten hacer más eficientes los costos.
“Casi todas las organizaciones utilizan la computación en la nube, pero muchas aún no tienen una estrategia de nube. La mayoría diseña su estrategia después de haber ganado algo de experiencia en la nube. Pero en la práctica, cuanto antes se establezca una estrategia, más problemas se evitarán”
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Probablemente esta sea una de las principales preocupaciones que tienen las empresas sobre la tecnología cloud. Debido a que se usa el término “público”, muchas personas tienen la falsa impresión de que los datos almacenados en la nube son de fácil acceso o no son realmente privados.
Sin embargo, la verdad es que, a pesar de que el entorno de almacenamiento se encuentre fuera de la oficina, eso no significa que cualquier persona pueda tener acceso a los datos. Los clientes empresariales tienen a disposición varias configuraciones que permiten restringir absolutamente dónde reside su información crítica.
Además, la gestión de los accesos, permisos por tipo de usuario y otras configuraciones en la nube sigue bajo el estricto control de tu equipo de IT y eso es una clara demostración de que tu empresa continúa teniendo el poder total sobre los datos.
“El uso efectivo de los servicios en la nube requiere de una implementación oportuna y precisa, escalamiento horizontal y pronósticos de costos a largo plazo”
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Otra concepción equivocada bastante común es la creencia de que una vez que una compañía migra sus datos a la nube, ya no hay más trabajo que hacer. Lo cierto es que la migración a la nube no es una acción definitiva, sino que es más bien un trabajo continuo.
Los líderes de IT deben contemplar todo un protocolo de tareas posteriores a la migración como parte del plan de implementación de la nube. Si bien su proveedor de servicios cloud se encarga de actualizar la infraestructura, la organización debe realizar un proceso de modernización digital en paralelo. Muchas empresas necesitan contar con un acompañamiento profesional o aprovechan para atacar de raíz una gestión del cambio, ya que transformar digitalmente una parte de los procesos internos puede impactar en cómo trabajan los colaboradores, en mayor o menor medida.
Adoptar la tecnología cloud solía ser un desafío mayor hace una década, pero hoy es una recomendación que la mayoría de las PyMEs optan sin dudar, pensando en el crecimiento, escalabilidad y desarrollo. En este contexto, pueden surgir dudas y prejuicios, pero lo más importante es poder contar con la información correcta para tomar una decisión de inversión informada.
Quien juega un rol importante, más allá de la nube que se elija, es el proveedor de servicios administrados. Que funcione como un partner, que tenga una mirada estratégica y pueda ayudar a la empresa a comprender mejor cuáles serán las futuras inversiones más adecuadas y afrontar todo este proceso de una forma eficiente y organizada.
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